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1880 en Paris
Corría el año 1880, en París, un soleado día de invierno cuando Lila se encontraba en su habitación escribiendo su diario íntimo. Allí ella expresaba todos sus sentimientos tanto buenos como malos, pero en este caso ella escribía acerca del amor, anhelaba tanto conocer ese sentimiento tan profundo, que ocurrió lo inesperado.Trabajando en la tienda de su padre, conoció a un joven llamado Juan Pablo.
EL era conocido allí con el nombre de "El Conquistador" se decía que tenía a todas las muchachas de la cuidad luz enamoradas de él. Lila, con sólo verlo entrar en la tienda se puso nostálgica y su estómago sintió un cosquilleo jamás antes sentido. Al llegar a su casa lo primero que hizo fue sumergirse a fondo escribiendo en su diario íntimo acerca de Juan Pablo, de su mirada cautivadora, de esos ojos celestes que más que celestes eran azules, como el mar cristalino; y su forma de hablar, era como la música de los pájaros en primavera, definitivamente ella lo deseaba. Pero Lila sabía que eso no se cumpliría. De tan sólo pensar en el simple hecho de que él pertenecía a la clase social a la que ella no correspondía bastaba para que se desmoronaran sus sueños de estar con él. Sus esperanzas, guardadas en lo más profundo de su corazón se rompieron a pedazos por el fuego de su tristeza. Sin embargo, al día siguiente Lila volvió a ver a Juan Pablo. Comenzaron a hablar pero a ella no le salían las palabras, se quedó anonadada por su rostro, por su sonrisa y por su elegante atuendo.
Ya terminada la conversación, Lila estaba feliz por haber tenido una conversación con él, ella estaba muy ilusionada con aquel joven que le había flechado el corazón. Pero lo que ella no sabía era que él no estaba interesado en ella. Él estaba enamorado de una muchacha llamada Solange.Pocos días pasaron cuando Lila se enteró de la noticia que jamás habría querido escuchar. Juan Pablo estaba de novio, al oír eso la sangre de Lila hirvió por los celos que invadieron su cuerpo, poco a poco.Tiempo después, un nuevo día se asomaba por la ventana pero Lila no tenía fuerzas, ni para comer, ni para trabajar, era como si tanta furia la hubiera destruido y en su cabeza no había más que rencor hacia Solange.Pronto Lila se recuperó de su tristeza, pero todavía muy adentro sentía dolor.
Casualmente se reencontró con Juan Pablo caminando por la vereda pero ya no lo veía de la misma manera, lo miraba con desprecio, con rechazo. Llegada la tarde se mencionaba en el pueblo que Juan Pablo había terminado su relación con Solange y a Lila se le iluminó el rostro y parecía como si su alma hubiera vuelto a su cuerpo.Por la noche llegó a su casa y se puso a escribir en su diario contando que esa noticia había sido la mejor que le había pasado en mucho tiempo.El tiempo transcurrió y así pasaron los días, las noches, los meses y Lila soñando con su amor imposible, hasta que se estacionó la primavera la estación del "amor" y Lila fue a dar una vuelta por el parque. Juan Pablo pasó por su lado, en ese instante las miradas se cruzaron, ellos se detuvieron y se pusieron a hablar. Ella le dijo con total franqueza lo que ella sentía por él. Él hizo silencio, no habló hasta que ella no hubo terminado. Luego Juan Pablo tuvo que retirarse en su mismo silencio.
Pasaban los días y Lila no dejaban de pensar en Juan Pablo, en su boca, sus labios carnosos, él la enloquecía. Hasta que no soportó más las ganas verlo y fue a buscarlo. No lo encontró, lo que encontró fue a un amigo de él, que le informó que Juan Pablo había partido hacia América para estudiar el funcionamiento de los ferrocarriles y que no volvería en dos meses. Los dos meses que a duras penas pudo soportar fueron una tortura para Lila hasta que él regresó a París.A su regreso fue Lila la primera en ir a verlo. Después de tanto tiempo los ojos se le llenaron de alegría y lo abrazó fuertemente, tanto que él notó su ternura, su calidez y el amor verdadero que sentía por él.Con el correr de los días Juan Pablo se dio cuenta de que él también sentía algo especial por ella. Tanto era ese sentimiento que se decidió a decírselo ya que él sintió que se correspondían mutuamente. Ese mismo día Juan Pablo fue a comunicárselo, cuando ella oyó eso tan importante que había querido escuchar hace muchísimo tiempo, no había ninguna palabra en el mundo que pudiera expresar todo eso que ella sentía con esa noticia, pero no todo era felicidad porque Lila tuvo un ligero desmayo. Luego de la conmoción ellos quedaron en verse por la noche.
Entonces los dos corrieron a su encuentro, en una noche preciosa con las estrellas que resplandecían en el cielo que daba la impresión que se podían tocar. Cuando ya estuvieron juntos no se pudieron contener y se besaron con tal pasión, locura y deseo, que así sucedió todas las noches siguientes. Pero verse cada vez era más difícil porque el padre de Lila se dio cuenta que ella había estado saliendo todas las noches y se lo impidió en tono de orden. AL pronunciar palabras tan duras ella comenzó a llorar. Lo que más ella quería era estar con él y mirar las estrellas acostados en el pasto sedoso. Tal fue su decisión que ignoró la prohibición de su padre. Mas antes que pudiera hacerlo se mareó y le sangró la nariz, entonces hizo caso a su padre y se quedó en su casa reposando.Lila recurrió a un médico del pueblo que le hizo hacer estudios para saber la causa de lo ocurrido. Luego de salir del consultorio Lila fue a visitar a Juan Pablo, le explicó porqué no había concurrido la noche anterior a su encuentro y que él comprendió mostrándole una sonrisa.
Días después Lila fue a buscar el resultado de sus exámenes, los cuales no salieron de la manera que ella esperaba. Decaída todavía por los informes Lila volvió a su casa y vio en su puerta a Juan Pablo que la estaba esperando con una rosa en mano entonces salieron a caminar. Ella prefirió no decirle nada a su amado acerca de los resultados que revelaron su estado físico.
El estado de Lila empeoraba por dentro, pero ella permitió que sus seres queridos se enteraran de su enfermedad, hasta que, cenando en su casa con su madre y su padre nuevamente se desmayó. Esta vez tuvieron que llamar al médico con urgencia. Él les debió informar a ellos la enfermedad que padecía su hija, que era tuberculosis y terminal.
Habiendo mejorado algo, Lila tuvo que decírselo a Juan Pablo en tono de preocupación por no habérselo dicho antes, y con valentía ella agregó que era incurable porque no había remedio para ello.Los subsiguientes fueron los peores días de su vida los que atravesaba lentamente mientras moría. Lila presentía que no le quedaba mucho tiempo más. Salió a dar una última vuelta con su novio Juan Pablo que la apoyaba en esos momentos.Caminando a la luz del día su corazón sintió que se aproximaba a un abismo y sé desvaneció. Los ojos húmedos de lágrimas, su nariz sangrando y su boca sedienta de amor. Pronunció sus últimas palabras que fueron: ...«te amo y nunca te olvidaré..."Historia enviada por: Lila (Gracias por tu colaboración).
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