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Amo ergo sum
Siempre que vemos en la Tv. o escuchamos por la radio que una chica o un chico se ha suicidado por el amor no correspondido, por la desaparición o muerte de la persona amada o porque su novi@ se ha ido con otr@. Lo primero que pensamos es lo loca que esta esa gente, la poca capacidad que tienen para poder rehacer su vida y que a nosotros nunca nos pasara tal cosa porque estamos cuerdos, con los pies sobre la tierra y que nadie, y recalco lo de nadie, se adueñara de nuestras vidas hasta el punto de dar nuestra vida por ella.
Necio me dice mi subconsciente, no sabes que es lo que dices. Pero esa voz no la escuchamos, recordad que somos demasiado fuertes para esas locuras y damos gracias a nuestra valentía, fuerza de voluntad, a nuestra independencia y claridad de ideas. No, es imposible que eso me ocurra a mi, repites en voz alta mientras transcurre un día, y otro, y otro, hasta que pasa un mes y otro... Pero, llega un día en que, no puedes seguir así, verla y no poder estar con ella, amarla y no poderla abrazarla, decirla que la quieres es un tabú que no puedes romper con tu fuerza de voluntad, independencia o claridad de ideas. Ahora es cuando por las noches escuchas una voz tenue y sin brillo, atraída por el amor contenido, por las lagrimas derramadas, alimentada por las suplicas no escuchadas. Esa voz tenue, se muta y se convierte con el paso del tiempo en un llanto amargo, pasa el tiempo y vuelve a mutar, ahora es un alarido, un desgarro en el alma, un canto sin voz que solo tu puedes interpretar. Te mueres, el alma no puede respirar con tanto amor saturando tu interior y tanto odio por la persona que tiene lo que tu no puedes tener. Te duele, pero esa enfermedad no tiene curación, estas perdido, sólo hay una salida, un camino hacia la vida, uno imposible que ya ha recorrido otra persona y no puede ser recorrido por segunda vez, un camino hacia su corazón. Caminante no hay camino, nos decía nuestro amigo Machado, cuanta razón encierran sus palabras, quizás mas de las que el pensó cuando las plasmo sobre el papel.
¿Rehacer mi vida? Ójala fuera tan sencillo, pero desde que me enamore, ya no soy tan cuerdo, soy un cobarde, estoy sin aliento porque ella me lo robó, no puedo dejar de deleitarme con su presencia y no se que puedo hacer ya. ¿Acaso era un hipócrita? ¿O simplemente es que he despertado de un sueño? Sí, un largo sueño que se disipa y me deja ver cuan equivocado estaba.
Amo ergo sum.Historia enviada por: Lobo Solitario (Gracias por tu colaboración).
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