Historias Estasvivo.com


Recuerdos de un verano junto a ti


Hoy, tras casi un año de conocerte, doy una mirada fugaz atrás. Sé que me mirabas de reojo con la curiosidad de un niño, así te comparo... como un niño de 21 años que jamás ha sabido querer a una mujer.

Recuerdo tus intentos por captar mi atención, eran casi invisibles... y recuerdo también como con elegante simulidad, te acercabas a mí y te dolía que te confundiera con tu hermano gemelo. Pero una noche nuestro amigo nos dió el empujón que el destino nos tenía preparado. Fueron unas tres o cuatro horas los dos solos apoyados en tu coche hablando de todo y de nada en un descampado con multitud de estrellas fugaces en el cielo a las que yo le pedía un sólo beso de tus labios. Pero tu timidez podía más y me enternecí al oirte decir que nunca habías dado un beso y que no se lo dijera a nadie.

En ese momento te consideré especial y diferente, pues teniendo a tantas chicas como tenías locas por tus huesos, no habías querido a ninguna... me elegiste a mí... Dos días pasaron para que llegara el momento en el que tú y yo, acaramelados en el banco de afuera del bar de siempre nos besáramos y desde entonces fui feliz aunque con altibajos por tu raro carácter. Hasta que me dejaste cuando próxima estaba mi vuelta a mi ciudad, quizá por la distancia y a mí no me quedó otro remedio que aceptarlo ante la incredulidad de todos diciéndote que te habías equivocado y que te arrepentirías.

Aunque ¿recuerdas la madrugada del 28 de agosto del 2002? Era el día en el que me tenía que ir a Barcelona y estuvimos hasta las seis de la mañana besándonos y abrazándonos. Fue hermoso. Tres meses y pico volvieron a pasar hasta que nos viéramos por navidad otra vez. Tu inseguridad provocó mi sufrimiento y el tuyo, el de los dos. Pero hubieron momentos, hubieron besos, abrazos, miradas, caricias... aunque podrían haber sobrado más, ¿no crees? ¿te arrepientes?

Creo que algo en ti te dice que estamos echos el uno para el otro, pero tu conciencia no te lo permite por ese miedo que tiene tu alma al sufrimiento por amor... aunque como siempre te he dicho, quien no se arriesga, no podrá ganar jamás. Quien sabe... Sólo quedan otros tres meses y pico para volvernos a ver y yo ya me quedará a vivir en Cáceres, tan sólo a una hora de distancia de ti en vez de las once horas que ahora nos separan.

¿Qué pasará? ¿Qué nos pasará? Sólo Diós lo sabe, ni mi corazón ni el tuyo están dispuestos a tanta presión y por mi parte sólo puedo dejar que el destino haga lo suyo y que el tiempo nos ponga a cada uno de los dos en su lugar. Sólo puedo decir que a pedar de todo, de la distancia, del tiempo, de todo lo sucedido... sigo queriéndote como en aquel verano del 2002 en el que por primera vez tu supiste lo que era el amor y me siento afortunada de que me dieras la oportunidad de vivirlo conmigo.

Historia enviada por: Lorena (Gracias por tu colaboración).


 Envía esta historia a tus amigos

Tus datosNombre:
E-mail:
 

Amigo 1 Nombre: E-mail:
Amigo 2 Nombre: E-mail:
Amigo 3 Nombre: E-mail:
Amigo 4 Nombre: E-mail:
Amigo 5 Nombre: E-mail:

Estasvivo te ofrece información del futuro en este mismo instante. Selecciona las áreas en las que estás interesado/a en conocer su futuro:








SUSCRIBETE A ESTASVIVO.COM
EstasVivo: tu página de inicio





© 2002-2009. estasvivo.com
Sobre la web y nota de aviso
Boom Business S.L.
Contacta con nosotros

Marketing y Proyectos | Juegos y videojuegos | Películas, cine y dvd | Noticias | Negocios | Famosos y famosas | Post patronicados | Webcomic | Sms Marketing | Test de la muerte | Tonterias | Asombroso